«Mi hijo es homosexual y estoy muy preocupada porque creo que no va a ser aceptado por el resto de los chicos y chicas de su clase. Se van a burlar de él y me da mucho miedo cómo eso le puede afectar». Esta fue una llamada que recibimos en la consulta hace unos meses. Una madre recomendó a otra que si estaba tan preocupada porque su hijo es homosexual que pidiese asesoramiento psicológico.
El hecho es que en la llamada la angustiada madre verbalizaba que su hijo de catorce años le había dicho a ella y a su marido que era homosexual, y que ellos se habían llevado un gran disgusto. Le habían estado haciendo preguntas desde hacía tiempo de si le gustaba alguna chica, de si en la clase alguien le llamaba la atención, pero el chico no decía nada, hasta que un día hablando del verano y de los posibles planes que hacer en un campamento el chico les dijo que era homosexual.
Cuando solicitaron asesoramiento psicológico los padres señalaban al hijo como la fuente del malestar que estaban viviendo, y por ello planteaban que acudiese a psicoterapeuta. Nada que ver, el trabajo que hemos hecho en consulta se ha ido centrando en la madre y en el padre y en la necesidad de aceptación de su hijo, ya que el que su hijo sea homosexual les ha roto las expectativas que tenían puestas en él y en su familia.
Realmente un hijo homosexual no cambia la relación, el amor, la cercanía que podamos mantener en el vínculo que haya, y es un gran error y una gran pena que lo llegue a condicionar. Durante todos estos años como profesionales hemos visto a padres o madres retirar el cariño, la comunicación o el reconocimiento a sus hijos por el hecho de su opción sexual. Eso es lo problemático, eso es lo que necesita ser trabajado desde la terapia porque en muchas ocasiones se llega a desvirtuar y a complicar algo que es muy sencillo. A vivirse como un defecto, como algo negativo, como algo que necesita ser tapado y ser homosexual es ser persona; sobre eso y contra eso no se tiene por qué luchar, y menos pretender que se cambie.
Mi hijo es homosexual, ¿qué puedo hacer?.
Respecto a la orientación sexual no hay teorías únicas , pero sí que se refiere a que se basa en el resultado de una interacción donde se dan múltiples factores entre ellos biológicos (hormonales, genéticos, etc), del ambiente, y cognitivos, por lo que es fruto de la interacción de distintos aspectos.
Hay padres y madres que ya desde que los hijos son pequeños y detectar posible homosexualidad señalan ésto como un problema, pero la realidad es que es más un conflicto de ellos por el derribo y ruptura de expectativas que el que puedan tener sus hijos. De hecho la orientación sexual se va moldeando a edad temprana sin haber tenido que tener experiencias sexuales, por lo que se va configurando poco a poco, pero no puede ser reconducida radicalmente.
Cuando un padre y una madre señalan como un problema que su hijo es homosexual frecuentemente desean que se les cambie. Como si el ser homosexual o heterosexual fuese una elección. En psicoterapia hemos atendido a numerosas personas que han pretendido durante años tapar su homosexualidad con nefastas consecuencias personales; Hombres homosexuales que se han casado con mujeres y han tenido hijos, mujeres que han hecho lo mismo. De poco les ha servido querer eligir lo contrario de lo que sentían y han perdido mucho.
Lo cierto es que durante años por desgracia se consideró la homosexualidad como una enfermedad y se han realizado terapias de conversión sexual donde se trataba la homosexualidad y la bisexualidad para convertir a las personas en heterosexuales. Es una parte de nuestro pasado no tan lejano donde también la psicología participó, aunque fuese poco ético e inmoral, pero en aquella época desde la ciencia se valoraba que era una enfermedad.
Como se señalaba anteriormente la homosexualidad no es un trastorno que deba ser curado, tampoco es un problema emocional. No necesita tratarse y no se tiene por qué cambiar, porque de hecho cuando un hijo es homosexual es una persona que necesita vivir su desarrollo sexual como cualquier otra persona . La psicoterapia puede ir enfocada a apoyar su orientación, a cómo aceptarse a sí mismo y a como irlo transmitiendo en su familia, a que padres y madres puedan expresar cómo se sienten y valorar la relación que tienen con su hija o hijo fuera de que sea homosexual o heterosexual.
De la aceptación, acompañamiento, muestras de amor y de respeto que se tenga cuando un hijo es homosexual, o no lo sea dependerá mucho la relación que se tenga, el apoyo que se dé, el tipo de comunicación que se mantenga, etc. Hay personas que he conocido cuyos padres no aceptaban a la pareja de su hijo y se creaba un abismo grande entre ellos, se alejaban y se dejaban de conocer. Una pena.