En el pasado octubre se ha publicado por parte del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) sobre los efectos del Coronavirus.
Con respecto a las respuestas, un 30% señalaba que su mayor preocupación era la salud física y posteriormente la economía ( un 21%), un 18% señalaba que su preocupación era principalmente emocional, por los efectos que pudiesen darse. Este aspecto se ha ido viendo agravado y la demanda de las personas de atención psicológica es constante, dado que los meses han transcurrido y el desgaste es muy alto.
En la encuesta se analiza como a lo largo de estos meses de pandemia hay personas que han estado reflexionando o pensando sobre distintos aspectos de su vida y gran parte de los encuestados señalan que no han hecho grandes cambios, lo cual puede sorprender porque estos tiempos han podido ser una oportunidad para coger buenos y nuevos hábitos.
Además casi en la totalidad de la población encuestada se señalaba que se daba una inquietud por no poder estar con las personas queridas y la pérdida de las relaciones «cara a cara».
Además la presencia del miedo es constante: Miedo a contagiarse, miedo a que algún familiar se contagiase, miedo a que su vida no fuese como antes, miedo a no emprender proyectos que pensaba, miedo a perder el empleo, etc. El miedo, como sabemos es una emoción que limita y nos hace sentir inseguridad y desconfianza en uno mismo y en la realidad lo cual afecta a nuestro estado anímico.
Casi el 100% de los encuestados señalan el desgaste emocional e impacto vivido por la población en general por la pandemia del coronavirus. Esta respuesta es lógica, la persona ha ido acumulando desgaste emocional en estos meses y las perspectivas no son alentadoras, las relaciones de pareja, familiares y hay un sentimiento más depresivo. La mayor parte de los encuestados que han solicitado ayuda emocional han recurrido a un psicólogo para afrontar los problemas emocionales.
Casi un 40% de los entrevistados señalan que se sienten poco optimistas sobre la perspectiva de futuro del país y un 34% algo optimista. En realidad se va sumando ese sentimiento de impotencia y malestar que va pesando sobre el ánimo de las personas. Hay un sentimiento de pérdida y duelo generalizado que es difícil de asumir. Todo ello hace que necesitemos pedir ayuda de personas cercanas o pidamos cita con un psicólogo para afrontarlo.