La lactancia materna, aspectos en los que favorece
Según la OMS (Organización Mundial de la Salud) la leche materna es el mejor alimento que la madre puede ofrecer al recién nacido durante los seis primeros meses de vida. Hace unos días se señalaba como ésta podría reducir el riesgo de las madres de padecer la enfermedad de Alzheimer (el trastorno cognitivo más numeroso en el mundo y que padecen más de 25 millones de personas, y del que hablaré en siguientes posts). Ésta es la conclusión a la que se ha llegado tras una investigación realizada por un equipo de expertos de la Universidad de Cambridge (Reino Unido) y publicada en la revista ‘Journal of Alzheimer’s Disease’.
El Daily Mail destaca que los especialistas de la universidad establecieron este vínculo entre la lactancia materna y el riesgo de padecer Alzheimer tras entrevistar a 81 madres británicas con edades de entre los 70 y los 100 años, así como también a sus familias. No es una muestra de investigación muy elevada, pero los resultados son llamativos y reveladores, lo que implica que se pueda profundizar y ampliar dicha investigación.
Se observó que en comparación con las mujeres que no amamantan, las que sí amamantan tienen un 64% menos posibilidades de acabar padeciendo Alzhéimer en algún momento de sus vidas, y que las que amamantan durante todo un año tienen un 74% menos riesgo de desarrollar esta enfermedad.
Actualmente, los científicos no pueden decir por qué la lactancia materna reduce el riesgo de padecer Alzhéimer, aunque se sospecha que esto sucede porque las mujeres que amamantan tienen niveles de progesterona más bajos y sus cerebros están mejor protegidos contra dicha condición. Por otro lado, la lactancia aumenta la tolerancia a la glucosa de una mujer mediante la restauración de la sensibilidad a la insulina tras el embarazo. ‘Esto es significativo porque la enfermedad de Alzheimer se caracteriza por una resistencia a la insulina en el cerebro’, señalan los científicos.
La lactancia materna genera múltiples ventajas sobre la lactancia artificial para la madre, el bebé y la sociedad en general. Hay beneficios de salud física y psicológica para madre e hijo/a, económicos, pero sobre todo quiero resaltar el del fortalecimiento del vínculo madre e hijo/a, ya que es el espacio y momento más íntimo que van a poder tener entre ambos/as en su relación vital. De la misma forma quiero destacar dicho espacio como aquel en el que se le va devolviendo al bebé una imagen de lo que es y lo que significa para nosotros y para el mundo; en definitiva, un espacio de relación donde se va formando y educando, dejando la lactancia materna atrás en la medida en que el niño o niña va creciendo y necesita ir independizándose de su madre.