Los programas de intervención neuropsicológica juegan un papel fundamental a la hora de controlar los síntomas del trastorno por déficit de atención e hiperactividad. Es una de las principales conclusiones de un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR), Universidad de Granada, Universidad Complutense de Madrid, y de la Universidade Portucalense.
Los estudiantes afectados por este trastorno experimentan un peor rendimiento académico debido a tres síntomas principales: falta de atención, impulsividad e hiperactividad. Además, el TDAH les puede llevar a una menor autoestima, aislamiento social, o falta de comunicación en el hogar. En España, la incidencia de este trastorno es de un 6,6 por ciento, porcentaje superior a la media mundial que se sitúa en el 5,3 por ciento.
El programa de intervención propuesto se centra en mejorar las habilidades de control y de reflexión, es decir, la capacidad para prestar más atención a las tareas, para reflexionar ante un problema, y para adoptar estrategias que reduzcan sus errores. Facetas que también pueden ayudar a alumnos con problemas de aprendizaje.
Mejoras en todos los campos
Los investigadores han descubierto que tras la intervención sobre 26 estudiantes de entre 7 y 10 años y diagnosticados con TDAH de dos colegios de Madrid, estudiantes, profesores y padres han notado una mejoría en todos los síntomas.
Las diferencias más apreciables se encuentran en el nivel de agresividad en clase. Según los profesores, casi la mitad de los estudiantes (47,7 por ciento) lo redujeron. Sin embargo, los padres aprecian una mejoría leve en agresividad pero más notable en el aislamiento social en el hogar: un 35,3 por ciento de los alumnos se mostraban más proclives a participar en la vida familiar.
«Pueden mejorar la capacidad de anticipación, la reflexión así como habilidades comunicativas sintiendo más seguridad en sí mismos para expresar lo que les sucede sin tener que frustrarse», asegura a la Unidad de Cultura Científica de UNIR, Yoana Campeño-Martínez, autora principal del estudio e investigadora de la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).
Diferencias entre hogar y escuela
Pero ¿a qué se debe esta diferencia entre lo que perciben padres y profesores? Yoana Campeño-Martínez, explica que «la socialización en el aula se ve afectada por la interacción con el grupo de iguales, aspecto que hace que haya mayores manifestaciones de agresividad en la interacción en grupo y por ello el profesorado ve un cambio mayor en dicha escala. El cambio comportamental del ámbito escolar al ámbito familiar es real en todo el alumnado, tenga TDAH o no».
Los investigadores reconocen que es necesaria una mayor investigación de estas diferencias para identificar las causas del cambio de comportamiento entre la escuela y el hogar, además de aplicar este programa de intervención en grupos de mayores dimensiones y con estudiantes que estén recibiendo tratamiento médico.
«Consideramos que es necesario un enfoque colaborativo entre el centro médico, el hogar, y el colegio, para mejorar los resultados» concluyen Esperanza Vergara (UNIR) y Enrique Navarro (UCM y UNIR), también participantes en el estudio. Los resultados de esta investigación se han publicado en la revista Mind, Brain and Education.