Solo unas palabras en mención de la única persona que nos tiene meses en su cuerpo, de la que nos alimentamos, por la que sentimos cómo es el mundo y pieza clave en nuestra formación como personas: la madre.
En estos días donde nos hemos visto inmersos en anuncios de perfumes, de viajes, de ropa que tratan de mostrarnos que a la persona más importante, que nos dio la vida hay que regalarle y comprarle algo, solo reconocer la importancia de la madre a nivel personal, familiar y social.
Ser madre es difícil; es sacrificar, por supuesto con un recompensa implícita, pero se renuncia a muchos aspectos personales y aun hoy en día a muchos profesionales. Ser madre todavía implica ser la figura (generalmente) más presente en la vida de los hijos; a nivel de primeros cuidados, social, educativo..aunque hay un reparto mayor en las parejas todavía es la madre la que asume una mayor responsabilidad.
A menudo las madres se ven presionadas por «ideales de perfección» que como teorías pueden ser maravillosas, pero son irreales y generan mucha culpa e inseguridad hacia lo que están haciendo. Las madres se equivocan, como todas las personas. Las hay más protectoras, más insistentes, más nerviosas, más impacientes, más autoritarias, menos….su labor e influencia es fundamental y a menudo poco valorada. Como dice en este video: «el trabajo más difícil del mundo, es el mejor trabajo». La recompensa está en el hecho mismo de serlo. Por ellas, por su dedicación, tiempo, cuidado y esfuerzo este post.
Alejandra Luengo