La indefensión aprendida es un mecanismo en el que la persona ante una situación determinada no se defiende y se siente sin capacidad para protegerse del ataque de otro.
En un principio la indefensión aprendida se analizó en animales quienes habían sufrido de forma repetida estímulos negativos (descargas eléctricas, principalmente) de las que además no podían escapar y tampoco podían evitar.
Cuando eso sucedía, tras un periodo el animal dejaba de tratar de evitar la situación o incluso de escapar a pesar de poder hacerlo.
Una niña va al centro escolar y la tratan mal sin capacidad para escaparse o defenderse. De forma repetida aprende a que no puede defenderse, evitar o huir de esa situación, lo que provoca un intenso sentimiento de vulnerabilidad e impotencia. Luego establece una relación con una amiga que le humilla y le maltrata pero no es capaz de romperla, aunque no le provoca bienestar. Años más tarde y en esa línea trabaja en un lugar donde su jefe le ridiculiza, se burla e incluso llega a acosarle sintiendo que no puede hacer nada para defenderse.
En la indefensión aprendida se aprende a aceptar lo negativo que les sucede porque sienten que no pueden tener ningún control sobre ello por lo cual hay una rendición, un profundo sentimiento de impotencia y resignación que lógicamente provoca una imagen de sí mismo muy devaluada y negativa donde la persona se siente como un pequeño ratón rodeado de gatos y sin salida.
Experiencias así conllevan una mirada sesgada hacia la realidad donde la persona va a sentirse, o incluso se va a posicionar, frecuentemente en un plano inferior, pudiéndose desencadenar una depresión.
La indefensión aprendida se puede internalizar en cualquier contexto donde exista violencia. Puede ser en la familia desde pequeños, en el centro escolar, en pandillas o grupos, en relaciones de pareja, en el trabajo, etc.
Personas que han sido victimas de situaciones de violencia y sin capacidad de escape puedan desarrollar el mecanismo de la indefensión aprendida e incluso revivenciarla en otros momentos posteriores. Por ejemplo situaciones donde niñas y niños se han visto sometidos en sus familias a violencia física y psíquica donde aprendieron bloqueo e indefensión, frecuentemente presentan grandes dificultades y un sentimiento de poca capacidad para romper con una pareja violenta, un trabajo donde le humillan, etc.
La importancia en la psicoterapia de la reconstruccción personal psicológica, internalización de que se en su momento se desarrolló indefensión aprendida porque posiblemente no se podía hacer nada diferente, autoconocimiento personal real desde todas las potencialidades personales, desarrollo de recursos externos e internos y herramientas diferentes conllevan que la indefensión deje de tener sentido y que la persona sea capaz de protegerse y defenderse.