Para las mujeres que han sufrido cáncer de mama
Este post pretende ser breve y rendir homenaje a todas las mujeres que han sufrido en su cuerpo cáncer, y para las mujeres, hombres que acompañan y apoyan en el proceso.
Dado que hoy 19 de octubre es el día internacional del cáncer de mama quiero hablar de varias mujeres que he tenido cerca y han padecido cáncer de pecho. Me siento orgullosa de poder decir que el cáncer que han padecido ha sido una etapa de sus vidas pero que lo han superado y que han podido recuperar e incuso mejorar la vida que durante un tiempo no pudieron saborear al máximo.
Quiero hablar de Angela. Habíamos celebrado su cuarenta cumpleaños y los pocos meses le detectaron un tumor en el pecho. Ha sido un proceso muy duro; las sesiones de la quimio, el cómo le afectó a nivel físico y los efectos secundarios que conllevó; dolores en dedos de los pies y de las manos, las uñas,dolores en las rodillas etc. El cáncer de mama se presenta como un tortazo que te deja bloqueada y donde el acompañamiento de las personas queridas y cercanas resulta fundamental. Recuerdo cuando ella misma se enfadaba cuando hasta casi la «presionaban» para sentirse bien., para que quitase importancia, para que sacase partido a la enfermedad. Pues no, enfádate y déjate sentir. Tienes derecho a sentir rabia, tristeza, dolor, preocupación y angustia….
Me acuerdo cuando me hablaba de lo mal que lo estaba pasando su familia, y cómo se les había propuesto atención psicológica a través de una terapia, porque como ella decía «A veces me encuentro cuidando a mi madre o a mi pareja, cuando la que se encuentra con muchísima angustia porque tengo cáncer de mama soy yo».
Por ella, por Paloma, por mujeres que han tenido ese obstáculo en su vida y que hoy por hoy tienen la marca y secuelas del cáncer de mama, pero eso no les ha impedido seguir, luchar, crecer, fortalecerse y aprender a vivir sus vidas desde un prisma diferente; valorar más a las personas que realmente se tienen y se quieren tener cerca, las cosas cotidianas, aprender a pedir ayuda y a aflojar el control de las cosas, el valor del tiempo a través de la paciencia y la lentitud. Una de las cosas más importantes es el poder dejarse sentir y hablar desde el dolor, rabia y sentimiento de impotencia, y el saber que cuando uno padece un cáncer de mama tiene una enfermedad, pero no tiene que convertirse en una persona enferma.
No es un día contra el cáncer de mama porque todos los días son vuestros; que los avances médicos, un buen sistema público de salud y la investigación sigan permitiendo que exista recuperación. Gracias por permitirme acompañaros y enseñarme.
Alejandra Luengo
