Factores que influyen en el suicidio

Factores que influyen en el suicidio

El suicidio es multifactorial. No podemos pretender aislarlo a solo un aspecto. Influyen diferentes factores biológicos, clínicos, psicológicos y sociales, siendo primordial valorar qué aspectos hay de riesgo y de protección para trabajar con la persona.

El factor psicológico y de la patología mental es clave en el suicidio. Por ejemplo la presencia de la depresión es un factor de riesgo. También lo es tener esquizofrenia, los trastornos límites de personalidad, los trastornos de control de impulsos, los trastornos de la conducta, el trastorno por estrés postraumatico y los trastornos de la conducta alimentaria.

Respecto al perfil de la persona nos encontramos que los varones se suicidan más y que las mujeres tienden a pedir más ayuda, pero lo intentan más veces.

Hay tres épocas de la vida donde el índice de suicidio es mayor y que se pueden considerar de riesgo. Por ejemplo en los jóvenes suele ir acompañada de drogas y situaciones mentales que generan un estado de crisis. En las personas de mediana edad se presenta ante un escepticismo vital y un sentimiento de desesperación que puede ser por una mala racha mantenida en el tiempo de problemas laborales, de pareja, económicos, familiares, de salud, etc.

Con respecto a la gente mayor nos encontramos mayor nivel de suicidio cuando la persona se siente un estorbo, hay presencia de enfermedades crónicas y se da un profundo sentimiento de soledad y desarraigo.

Para llegar al suicidio la persona se ha visto en un camino del que frecuentemente no ha hablado por el tabú, el estigma y el miedo a la falta de comprensión. Puede que ésto último lo haya experimentado al no haber sido escuchado por las personas de alrededor o por los profesionales de referencia.

El impacto del suicidio

La persona que se suicida deja atrás un montón de personas abatidas y desorientadas por la pérdida. Sin embargo es un aspecto del que no se habla y por ello parece no existir, quedándose como un drama silenciado. Muchas personas que acuden solicitando ayuda psicológica cuentan lo poco que han podido hablar del suicidio de la persona querida con la gente cercana, lo cual agranda la herida.

En los familiares se producen numerosos duelos y un sentimiento de haber sido herido, destruido. El suicidio impacta mucho y atraviesa con profundos sentimientos de culpa e impotencia, trastocando todo el sistema familiar. Los que se quedan se vuelven supervivientes de una vida rota, llena de dolor y de interrogantes sin respuesta.

Las personas que se han visto afectadas por el suicidio de seres queridos suelen mentir sobre las causas de la muerte de la persona. Invade un sentimiento de vergüenza, de culpa al considerar que es un tipo de muerte donde la persona eligió voluntariamente poner fin a su vida, creyéndose que no se le ha ayudado lo suficiente.

Por ello resulta imprescindible poder hablarlo y ubicarlo, ya que el suicidio es una muerte violenta y voluntaria. Muchas familias buscan ayuda de forma individual o grupal, no hacerlo genera que vayan por el camino de la vida maltrechos, dañados y resentidos.