Diferencia entre estrés y ansiedad, nociones principales de cada una
La diferencia entre estrés y ansiedad normalmente no es fácil de distinguir por muchas personas. Frecuentemente gran parte de la población las entremezcla, señalando que está estresada y otras personas hablan de tener ansiedad.
La mayor diferencia entre estrés y ansiedad es el modo en el que comienza y a lo que responde, es decir si hay un justificante real para vivir esa emoción, o es una repuesta a una construcción mental que puede llegar a convertirse en un trastorno.
Hace unas semanas un paciente de casi sesenta años me relataba una situación estresante, como era un cambio de puesto de trabajo a otra provincias sin su familia. El hecho en sí implicaba algo nuevo, desconocido, y donde se iba a evaluar su trabajo. Lo que ocurría es que esta situación se había sumado a un periodo en el que se había sentido muy presionado por sí mismo y con un alto grado de exigencia laboral. Se encontraba con mucha ansiedad, habiendo tenido en varias ocasiones crisis, bloqueo y un gran sentimiento de vulnerabilidad sin saber qué hacer, por eso recurrió a solicitar ayuda psicológica, porque sentía que la situación se le iba de las manos y que no era un hecho puntual que podía hacer frente y superar por sí solo.
Podríamos decir que la diferencia entre estrés y ansiedad radica en que mientras el estrés generalmente es una respuesta específica adaptativa a un estímulo determinado y con una duración basada en dicha situación, la ansiedad va más allá, y se puede llegar a convertir en un estado emocional generalizado para cada hecho cotidiano, como es el trastorno de ansiedad generalizada.
El estrés responde a una saturación mental por tener que responder a un estímulo que requiere un nivel de exigencia mayor que el habitual, por ejemplo un examen, una sobrecarga en el trabajo, una testificación, una ruptura de pareja, un accidente, un atraco, etc. Se prepara a la persona ante ese hecho que no es cotidiano para responder de la mejor manera para protegerle.
La ansiedad es una construcción mental donde no se da un estímulo real que justifique ese estado de inseguridad, miedo a no llegar, elevada excitación e inquietud y nerviosismo. Un ejemplo claro de persona ansiosa lo tenemos en el personaje que interpreta Woody Allen en sus películas, que a cada circunstancia puntual que tiene que hacer frente responde con ansiedad, así lo podéis observar a continuación.
Diferencia entre estrés y ansiedad, aspectos a tener en cuenta
La diferencia entre estrés y ansiedad es que como hemos visto en el primero al tener que responder ante un hecho específico, por ejemplo un cambio de trabajo, dar una conferencia, una situación de peligro o amenaza real, en definitiva algo que nos somete a una situación novedosa, desconocida, o de sobrecarga donde pueda sentirse una amenaza, la mente y el cuerpo se preparan para hacer frente a dicha circunstancia lo cual desde la naturaleza es adaptativo ya que favorece que estemos alerta sobre lo que sucede. Nadie en una situación como puede ser un ataque terrorista se quedaría dormido, ya que la situación es de peligro, y el estrés prepara a la persona para que esté activo y proactivo a la hora de dar la respuesta más eficiente.
Si en vez de eso, gran parte de las actuaciones de mi día a día cotidianas las vivo con inquietud, malestar constante, nervios, miedos, etc podemos hablar de ansiedad generalizada, y ahí la respuesta no sólo no es no adaptativa, sino que produce un gran bloqueo, parálisis en la persona y patología mental.
Por ello la diferencia entre estrés y ansiedad radica en que aunque ambas pueden provocar diversos trastornos físicos y mentales, sobretodo si se mantienen en el tiempo, con la ansiedad se responde de una forma muy sobredimensionada a un estímulo que no merece dicha reacción, y donde conviven aspectos psicológicos que van mucho más allá del hecho real y concreto (miedos, percepciones deterioradas, autoestima baja, etc).
Personas que en su actividad cotidiana de conducir, ir a trabajar, llevar a los niños al colegio, cocinar, ir a la compra lo viven con esa ansiedad constante y sentimiento de no llegar implica graves efectos a nivel psicológico pero también físico. De hecho las consultas de los médicos están llenas de personas que sufren de ansiedad, y cuyos síntomas se han vuelto ya físicos; dolores de cabeza, malestar en el estómago, insomnio, taquicardias, etc.
Hace unas semanas, una paciente adolescente me hablaba de un concierto de piano que tiene que realizar, lo cual es lógico que le genere inquietud ante el desafío y querer realizarlo de la mejor manera. Sin embargo en su caso le han aparecido muchos miedos y un recuerdo de cuando hace unos meses unos compañeros suyos lo hicieron mejor que ella mientras sentía que le temblaban las manos al tocar las teclas. Al final sus miedos ya no eran al hecho de ese concierto puntual, sino de si ella iba a ser capaz, de si sus compañeros son mejores que ella, y del miedo a ponerse nerviosa y bloquearse. Estaba sufriendo de mucha ansiedad que la llevaba a no dormir por las noches, comer compulsivamente, estar alerta hacia todo y con un estado permanente de mal humor, miedo y ganas de llorar. Un aspecto importante es que pidió ayuda profesional a sus padres al verse sobrepasada con la situación, y así acudieron a nuestra consulta.
Es clave así poder hacer frente a las situaciones de exigencia que tengamos que afrontar y ser capaz de apreciar la diferencia entre estrés y ansiedad para poder tener una mejor salud mental. La psicoterapia es de gran ayuda para poder entender y comprender lo que nos sucede y evitar así un deterioro en nuestra salud tanto física como psicológica.
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