Una de las etapas más contradictorias de la vida es la adolescencia; donde las chicas y los chicos tratan de buscar su identidad a través de sus amigos, que acaban volviéndose sus referentes para todo; gustos musicales, estudios, referencias de comportamiento, etc.
En la adolescencia se produce un distanciamientos con los progenitores, ya que lo que se había visto como «verdad absoluta» empieza a ser cuestionado. En esa búsqueda de identidad se acaban buscando otros referentes; sea un Youtuber, un actor de una serie, un amigo, un jugador de fútbol o de un videojuego, etc.
La adolescencia es ese momento de búsqueda y de encuentro con «otros» que experimentan lo mismo que tú. Es una etapa donde se quiere pasar en casa poco tiempo, o se busca una cierta intimidad y los grupos de amigos pasan a primer plano; el verse, el hacer un deporte, el hacerse fotos para subir a las redes sociales, el bailar, el divertirse pasa a formar parte de su necesidad vital y cobra la máxima importancia porque responde a esa búsqueda de sentirse «parte de», de ir encontrando su lugar, fuera ya de la casa y de lo que fue en el pasado .
Actualmente el COVID restringe movimientos, abrazos, besos, grupos y los adolescentes lo están sufriendo. Van a clases dos o tres días a la semana y luego permanecen en casa mucho tiempo. Si quedan tienen que ir con mascarilla, con miedo a contagiar y ser contagiados y no poder ir más de seis en un grupo lo que limita su ocio.
En un momento vital como el suyo se les pide una responsabilidad que se vive con mucho malestar. Muchos presentan ansiedad, aunque aparentemente muestran normalidad, otros tienen un ánimo más apático, deprimido, con poca o nula motivación para cualquier aspecto cotidiano.
Si en la adolescencia los cambios de humor son frecuentes y normales, ahora pueden estar polarizándose y encontramos adolescentes que se aíslan y no quieren comunicar nada de lo que les sucede. Chicos o chicas que se encierran en sus habitaciones, que no hacen ningún deporte, que no tienen ilusión por nada, que no pueden dormir bien, que se alteran de forma continuada, que se dan «atracones» o que están adelgazando sin ninguna referencia o seguimiento, que verbalizan desánimo continuado y falta de ganas de vivir, son indicadores para poder estar alerta y pedir ayuda profesional.
El COVID nos ha endurecido la vida y la ha dificultado, pero la adolescencia es un momento donde sin agobiar los progenitores tienen que estar alerta al estado emocional de sus hijos. En la adolescencia, al ser un momento de ruptura de identidad y de búsqueda comienzan muchos trastornos mentales; sean por ejemplo los alimenticios, los de ansiedad o depresivos y ser abordados a tiempo resulta clave para el pronóstico de su evolución.
Si antes los colegios eran grandes espacios para detectar el estado anímico de los adolescentes; ahora por las restricciones del COVID no lo están pudiendo abarcar y se pueden estar «escapando» situaciones emocionales que deben de ser abordadas lo más pronto posible. El que las familias puedan poder observar y acompañar más a los adolescentes es necesario, los adolescentes son personalmente el grupo más vulnerable en estos momentos, estar a su lado es poder acompañarles en un momento donde el presente se ve turbio.