La fobia social es el miedo desproporcionado y persistente a ser evaluado, humillado, criticado y rechazado por los demás. La fobia social se encuentra dentro de los trastornos por fobias y afecta muy negativamente en la vida de la persona; invalidando ésta. Es un miedo paralizante que conlleva consecuencias muy negativas para la persona.
Dentro de las fobias la fobia social es la que mayor afluencia tiene en la población. Situaciones como participar en una reunión, conocer a otra persona, sentirse observado y juzgado al entrar en un lugar, contestar al teléfono, ir al trabajo, un cumpleaños suponen un gran problema y frecuentemente tratan de evitar a la gente, el contacto o personas fuera de un contexto familiar seguro, son comportamientos frecuentes en la persona que sufre fobia social.
La persona con fobia social sufre de una ansiedad constante anticipatoria desproporcionada por peligros que se han construido más en su mente que a nivel real. Esos peligros vienen generados a través de pensamientos negativos e invalidantes «me van a criticar, voy a hacer el ridículo, se van a reir de mí, a nade le voy a interesar, etc…»
En realidad es la propia persona la que se juzga, critica y rechaza de forma más dura y desproporcionada frente a lo que cree que van a pensar los demás y entonces trata de evitar esas situaciones o salir de ellas lo antes posible. A corto plazo huye de esas situaciones, generándole bienestar y alivio, pero en realidad su imagen personal queda muy devaluada.
La persona con fobia social sufre enormemente porque es alguien que querría poder tener un mayor contacto con los demás, pero siente que no es capaz, que lo que para la población general es algo cotidiano, para esa persona es enormemente costoso y problemático. Evitar dichas situaciones genera en la persona soledad, aislamiento y un sentimiento de bloqueo y angustia permanente.
Actualmente en la sociedad que vivimos las personas con fobia social encuentran en las nuevas tecnologías a través del ordenador un buen medio para poder no establecer relaciones cara a cara. El problema es que la persona ante este hecho no cambia dos aspectos que son claves para superar la fobia social; el trabajo con el pensamiento, ideas irracionales y creencias que limitan lo que piensa de sí mismo y de lo que hace, y por otro lado no enfrenta esas situaciones cotidianas, por lo que no es capaz de valorar sus progresos en las relaciones cara a cara, siguiendo evitando y viviendo en una realidad ficticia que le proporciona una visión irreal de su vida.
Por tanto en la fobia social la psicoterapia es imprescindible ya que muchos de esos pensamientos e ideas fóbicas vienen sustentados por traumas y heridas emocionales generadas en la infancia que requieren trabajarse y afrontarse, de igual manera hay que ir enfrentándose a situaciones que a la persona le generan ansiedad y por supuesto ir cambiando un pensamiento automático irracional que limita y condiciona la vida de la persona.