Uno de cada cinco
Hace unas semanas en el programa Salvados se presentó el programa Uno de cada cinco, acercando y denunciando la realidad de muchas personas que viven con una enfermedad que ni gusta ni es comprendida por la mayoría de la población: la depresión.
Una de cada cinco es un 20%, la realidad es que el porcentaje de personas que sufren depresión es todavía más elevado ya que frecuentemente de la depresión está detrás de otra sintomatología.
En el programa Uno de cada cinco se nos acerca a la realidad de varías personas que se vieron afectadas por la misma y los recursos que tuvieron para hacerla frente. El sufrimiento que conlleva y la incapacidad para sentir placer, para afrontar cualquier aspecto cotidiano devuelve a la persona continuamente un sentimiento de incapacidad y de vulnerabilidad.
Se constata una realidad que por desgracia es real. El sistema de salud trabaja con la sintomatología, se queda en lo médico y frecuentemente no va más allá.
Los protagonistas del programa revelaron ingesta de medicación durante años pero no acompañamiento personal de un psicoterapeuta. Los que lo buscaron se lo tuvieron que costear como pudieron, e incluso probar varios profesionales hasta encontrar aquel por los que se sentían mejor y con sensación de ser ayudados.
Uno de cada cinco es un documental interesante que acerca a la población general a una enfermedad que se encuentra mucho más cerca de cada uno de lo que creemos, que dificulta mucho la vida de las personas que la sufren y que implica un coste elevadísimo a nivel económico, pero sobre todo personal, laboral, familiar y social.
El trabajo preventivo, tan necesario se constata en Uno de cada cinco que no se da y que un tratamiento psicológico que podría favorecer la recuperación de la persona evitando recaídas es minoritario.