La ansiedad generalizada consiste en un estado persistente de ansiedad, aunque pueda haber situaciones fluctuantes donde disminuya, pero subyace una ansiedad flotante de forma constante que condena a la persona en diferentes facetas de su vida; laboral, social, sentimental, familiar.
A menudo se puede confundir con la depresión, ya que comparten síntomas parecidos, pero en la ansiedad generalizada la sintomatología específica es la siguiente:
-Tensión corporal; temblor, sobresaltos, tensión, fatiga.
– Hiperactividad autonómica; palpitaciones, opresión, nauseas, sudoración, manos frías y húmedas, sofocos, escalofríos, diarrea.
– Expectación aprensiva; una sensación constante de desasosiego, vivencias de amenaza, temores difusos, inseguridad, presentimiento de algo fatal, sentimiento de incapacidad personal para hacerlo frente.
– Vigilancia y alerta; nerviosismo, impaciencia, irritabilidad, falta de concentración y atención, insomnio, mala calidad del sueño, pesadillas.
La persona está activada de forma constante en todo momento, lo que le produce mucho desgaste y una sensación de impotencia al no poder controlarlo.
Tratamiento de la ansiedad generalizada
Es necesario conocer la historia de la persona para poder realizar un análisis de las situaciones vividas y de las percepciones surgidas a partir de cada momento que han llevado a la persona a integrar ese estado de activación de forma continua.
Además se realiza un trabajo de psicoeducación y de fortalecimiento y desarrollo de habilidades de la persona para poder hacer frente a sus emociones y situaciones cotidianas sin dejarse llevar por la ansiedad constante.
Se realiza un reprocesamiento cognitivo de las vivencias experimentadas a través de EMDR.
En lo referente al tratamiento farmacológico, trabajamos de forma coordinada con servicios de psiquiatría (públicos y privados) especializados en diferentes áreas.
intensivo de espanhol
14/06/2017 at 7h53
interesante gracias !