La adolescencia es una etapa vital donde la persona entra en crisis, ya que se pasa de la niñez donde todo aparentemente estaba seguro a una etapa en la que parece que todo es incertidumbre: el cuerpo cambia, las amistades, ls intereses, las relaciones con la familia, etc.
Es frecuentemente de las etapas más duras por las que va a pasar la persona; se genera frecuentemente un sentimiento de sentirse perdido frente a lo que sucede, de no saber cómo definirse, de inseguridades y miedos, de ir buscando la propia identidad que a menudo choca con lo que se esperaba de la persona, lo que implica o enfrentamiento con los progenitores, profesorado, etc.
La adolescencia no la pasa solo la persona en sí, sino que afecta a toda la familia, y la manera en que se manejan dichos cambios supone que se salga reforzado o debilitado. Además suele coincidir en una etapa en que os progenitores entran en una edad adulta que les supone su propia crisis vital de evaluar lo logrado hasta ese momento.
Tratamiento en la adolescencia
El modo en cómo se aborda ese paso de la niñez a la adolescencia implica que se disminuyan o aumenten mucho los conflictos familiares.
La necesidad de que los y las adolescentes puedan tener un espacio de escucha y de comprensión es de vital importancia, así como el reaprendizaje por parte de los progenitores de reencontrarse con el hijo o hija. El tratamiento a nivel individual y familiar es de gran ayuda para aceptar y comprender la nueva situación y salir reforzados de la misma.